Cómo sobrevivir a las Killer Questions
Las Killer Questions son el mayor temor de todo candidato durante la entrevista de trabajo. Seguro que, a lo largo de algún proceso de selección, te has topado con alguna de estas preguntas. Su objetivo fundamental es el de filtrar a los candidatos y descartar a los que no cumplen los requisitos esperados. Existen dos tipos de Killer Questions: las que permiten respuestas abiertas y las de formato test. Según qué contestes en ambos casos, el reclutador podría valorar o rechazar por completo tu candidatura.
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Por lo general, a las Killer Questions cerradas se les suelen asignar respuestas preestablecidas. Cada una de las respuestas otorga cierta puntuación y, una de ellas, descarta al candidato. Suelen tratarse de preguntas clave relacionadas con requisitos. Por ejemplo, «¿Posees un título superior en Ingeniería Informática?». Si la empresa necesita un perfil que tenga ese tipo de estudios, la respuesta «no» eliminará al candidato del proceso de selección. A pesar de ello, sortear el descarte no es tan difícil como parece.
Cómo sobrevivir a las Killer Questions
Lanzamos ahora algunos consejos para no caer rendidos a la hora de enfrentarnos a las Killer Questions:
- Ten autocontrol. Aunque las preguntas te pillen por sorpresa, recomendamos controlar los gestos y las expresiones faciales. De no hacerlo, tu rostro podría hablar por sí mismo en tu detrimento.
- Mantén una actitud serena. Es importante que mantengas el temple y que evites ponerte a la defensiva. Asimismo, no tomes una postura agresiva. Saldrías perdiendo casi con total seguridad.
- Improvisa. Trata de responder de forma natural e improvisada. Memorizar las respuestas a preguntas es una mala idea. Ten en cuenta que tus réplicas serían antinaturales y forzadas.
- Gestiona los silencios. No dejes que los silencios que puedan generarse te incomoden. En ocasiones surgirán a propósito y, en otras, de forma involuntaria. Puedes romper estos silencios de forma amistosa pero manteniendo la distancia profesional.
- Muestra seguridad. Si das la imagen de una persona segura e imperturbable, tendrás la mitad del camino recorrido. Intenta no titubear y contesta con firmeza a todas las preguntas aunque creas que no estás acertando del todo.
- Evita las negaciones. Algunas empresas valoran más el potencial que las habilidades presentes. Sustituye el «no puedo» por el «podría costarme, pero lo conseguiré».
Las Killer Questions más comunes
Si bien existe un abanico casi infinito de preguntas para zanjar la entrevista, estas son las más comunes:
- ¿Por qué te interesa este empleo? Destaca las razones reales por las que te atrae la empresa. Puedes mencionar la flexibilidad horaria, la cultura de empresa y algunos productos o trabajos que te hayan gustado. Deja de lado factores como el salario o la proximidad del puesto de trabajo de tu residencia.
- ¿Cuánto crees que deberías cobrar? Trata de ser realista y no exijas un sueldo exageradamente alto o te descartarán al instante. Tampoco caigas en el error de proponer uno muy bajo, porque creerán que no valoras tu trabajo. Es recomendable, por último, proponer una cifra aproximada a nivel anual.
- ¿Por qué hay tanto movimiento en tu Currículum? Si has cambiado de trabajo de forma reiterada, pueden creer que no vas a ser fiel a la empresa. La mayoría de jóvenes optan por ir pivotando entre organizaciones para cumplir sus objetivos, pero esto puede verse de forma negativa. Por ello, es aconsejable destacar la experiencia y al afán de aprender en distintos entornos laborales.
- ¿Dónde te ves en 5 años? Si consigues explicar cuáles son tus objetivos a corto plazo, podrías impresionar a los reclutadores. Si te quedas en blanco pueden concluir que no tienes proyectos en mente y que no eres proactivo.
- ¿Por qué deberíamos contratarte? Has llegado al punto clave. Estás a punto de ganarte el interés de la empresa, pero ahora debes hablar mejor que nunca de ti mismo. Expón qué puedes aportar a la empresa, qué cambiará a largo plazo contigo en plantilla, lo bien que trabajas en equipo, etc. Sé sincero y directo para dar razones de peso y que así te contraten.
Ahora que sabes cómo prepararte para las Killer Questions más temidas en cualquier entrevista de trabajo, solo tienes que habituarte a ellas. Si eres un profesional, déjate llevar y permite que la entrevista fluya. Llévala con normalidad y seguro que consigues salir exitoso de este proceso de descarte.