Yoga y gestión: ¿Cómo inspirarse en el yoga para una mejor gestión?
Yoga y gestión son dos palabras que no parecen tener mucho en común. Sin embargo, algunas empresas se inspiran en esta disciplina basada en posturas físicas, ejercicios de respiración y meditación, para gestionar mejor.
La idea no es enseñar a los empleados a respirar mejor, sino aprovechar el arte de vivir y la filosofía del yoga para movilizar a sus equipos y liderar de una manera más sensata. Concretamente, ¿cómo puede ayudar el yoga a la empresa?
Yoga, «yuj» en sánscrito, significa «juntar, vincular, unir».
Efectivamente, en el propio significado de la palabra encontramos una fuente de inspiración muy rica para la gestión y que ofrece un enfoque de gestión diferente al que aprendemos en las escuelas de negocios o en libros especializados.
Una buena gestión se basa en los 5 pilares del yoga:
- La no violencia y respeto (Ahimsa) en el yoga, se refleja en la gestión escuchando, sin juzgar, establecimiento de un clima de confianza. Esta benevolencia, o amabilidad, debería permitir medir el impacto de nuestros gestos, acciones y comportamientos en quienes nos rodean. Gestionar bien, por tanto, es cuestión de tener en cuenta al equipo, a los clientes, a los proveedores, pero también a uno mismo.
- La postura (Asana) se refleja en la gestión mediante una postura de gestión abierta, flexible, atenta y humilde. Es una actitud que invita al diálogo, generando un clima de confianza y poder adaptarse y adoptar la actitud adecuada en el momento oportuno.
- La verdad (Satya) se expresa mediante el deseo de ser ejemplar, leal, voluntario. Hacer todo lo posible para dar ejemplo y mostrar el camino, pero también para dar sentido a estas acciones. En yoga, dicha «intención» la formula uno mismo al comienzo de cada sesión. En los negocios, esta intención se puede simbolizar dando sentido a sus objetivos, que no se desvíen de la misión de la empresa y de su ADN.
- La respiración (Pranayama) se traduce en la respiración creativa en los negocios, pero también por la energía común de “hacer juntos”, la observación, la voluntad de estar más centrados, anclados, alineados.
- Finalmente, la búsqueda de Coherencia (Samadhi), simboliza la búsqueda de estabilidad y armonía en la empresa.
Integrar la filosofía del yoga en la empresa es, sin duda, equiparable a mejorar las habilidades blandas (soft skills) de sus equipos, esas habilidades humanas que hacen más llevaderas las relaciones profesionales.
En la era digital es imprescindible humanizar las relaciones profesionales.
De hecho, al inculcar este espíritu “namaste” en la empresa, no solo asegura la salud de las personas, sino que también busca involucrarlos más, hacerlos participar de una cultura corporativa más cercana y humana.
En tiempos difíciles, este tipo de gestión permite limitar el estrés, tener una cierta gestión ética, dialogar, mantener el espíritu de equipo y la solidaridad, saber adaptarse, anticiparse y recuperarse ante los retos.