10 preguntas difíciles en una entrevista de trabajo

Todas las entrevistas de trabajo se parecen, pero cuando surge una pregunta difícil, es difícil a su manera.

Para comprender las razones de esta dificultad y entender cómo afrontarla o, por qué no, sortearla, es necesario en primer lugar preguntarse qué significa “difícil” para una pregunta.

¿No sabes la respuesta? ¿Te empuja a decirle al reclutador algo sobre ti que no quieres decir? ¿Te molesta? ¿Te expone al riesgo de mostrar una debilidad?

Cuando se trata de responder una pregunta difícil, solo un consejo a nivel general: mantén la calma, respira hondo y reflexiona.

Recuerda que lo importante no es el contenido de la respuesta, sino tu resistencia al estrés y autocontrol, esas serán tu mejores respuestas.

Empezamos.

1. ¿Cómo reaccionas a las críticas?

2. ¿Cuál fue tu mayor error y qué te enseñó?

3. ¿Cuándo fue la última vez que hiciste caso omiso de una declaración o regla y por qué?

4. ¿Qué valor añadido aportarías a nuestra empresa?

5. ¿Cuáles son las 3 cualidades positivas que te faltan?

6. ¿Qué libros te han influido más?

7. ¿Te gustó la entrevista?

8. ¿Qué papel juega el dinero para ti?

9. ¿Qué es lo más loco que has hecho?

10. ¿Qué hiciste durante los períodos en los que no trabajaste / estudiaste?

 

Una pregunta no siempre es lo que parece.

Muchas veces, de hecho, las preguntas son solo pretextos que se utilizan para obtener información sobre ti que de otro modo no sería posible, porque no las dirías verbalmente, o por qué nunca las incluirías entre las competencias de tu CV. Como información relacionada con su inteligencia emocional o tus soft skills o habilidades blandas.

1. ¿Cómo reaccionas a las críticas?

Sería un error responder: “No me importa para nada, al contrario, me ayudan a crecer”. Nadie te creería. Ante las críticas, es normal sentirse atacado. Al contestar, no entres en el ámbito privado, sino en el ámbito profesional. Explica que la crítica constructiva solo puede ser útil, incluso si «a veces puede ser desagradable recibirla«. Darás la impresión de que estás reaccionando «como un ser humano», pero que acepta las críticas positivamente.

2. ¿Cuál fue tu mayor error y qué te enseñó?

¡Atención! Aquí puedes meterte en líos. En primer lugar, debes tener claro que la sinceridad excesiva puede no ser apropiada.

Sin embargo, incluso en este caso se aplica la regla: no mentir.

Primero, piensa en lo que podría denominarse como un «error». Evita las «anécdotas», como el error de comprar aquel coche o unas vacaciones mal planificadas. Se espera de ti una respuesta que demuestre que eres es capaz de autoevaluarte y autocriticarte. No menciones situaciones que podrían repetirse y que podrían hacer que repita el posible error.

Evita culpar a los demás por el error, incluso si tu jefe o sus colegas realmente tuvieron responsabilidad parcial. Saber reconocer tus errores es una cualidad.

3. ¿Cuándo fue la última vez que rompiste una regla o instrucción y por qué?

¿Hoy cruzaste el paso de peatones en rojo? En todo caso, puedes decir esto como chascarrillo, para tomarte un tiempo.
En realidad, esta pregunta se formula para saber si infringes con frecuencia las reglas de la empresa, es decir, si descuidas las instrucciones, o si en una determinada ocasión has actuado en contra de las reglas, pero lo hiciste con cuidado y solo porque la situación lo requería. La respuesta, sin embargo, requiere precaución: no debes parecer rebelde o fan de la obediencia ciega.

4. ¿Qué valor añadido aportarías a la empresa?

Esta es una pregunta común, que en ningún caso debería preocuparte. Puedes preparar tu respuesta con anticipación leyendo atentamente la oferta de empleo y comprendiendo cuáles de tus habilidades se adaptan mejor a las necesidades requeridas. Menciona cualidades como tu compromiso y/o tu gran motivación… También es positivo responder que te identificas con la filosofía de la empresa y que encuentras estimulante el puesto que estás solicitando.

5. ¿Cuáles son las 3 cualidades positivas que te faltan?

Esta pregunta tampoco tiene por qué hacerte sudar, porque puedes preparar la respuesta fácilmente. Piensa de antemano en lo que podrías decir y puedes señalar que, en tu opinión, se tratan simplemente de cualidades que aún no has desarrollado lo suficiente, pero que puedes mejorar. De hecho, tienes la intención de hacerlo 

6. ¿Qué libros te han influido más?

Para evitar una respuesta tipo: “No se me ocurre nada: no tengo tiempo para leer” o si realmente no lees o lees con poca frecuencia, puedes recurrir a Internet y mencionar webs de noticias que sigas con frecuencia. Ten cuidado con la política y otros temas espinosos, así como con los autores controvertidos.

7. ¿Te gustó la entrevista?

Esta pregunta particularmente difícil es una verdadera trampa.

No empieces a cantar elogios al entrevistador/a ni que «te sentiste muy bien». Incluso si parece genuinamente sincero y te pide una crítica constructiva, no te dejes tentar.

Es más efectivo pasar al meta nivel y decir con una sonrisa suave: “Esto suena casi como una pregunta trampa. ¿Podemos volver a la descripción de la tarea una vez más? Todavía habría un punto … «.

8. ¿Qué papel juega el dinero para ti?

Olvídate de los baños de humildad. Más bien, argumenta por qué, en tu opinión, un buen desempeño debería recibir una compensación adecuada. Después de todo, la empresa quiere obtener beneficios de tu desempeño para los clientes y tu quieres alimentar a tu familia, pagar la hipoteca, darte algún capricho, etc.

Pero ojo: la sensibilidad, cuando se trata de dinero, es máxima. No provoques un debate monetario, más bien muéstrate con una actitud amistosa y tranquila al hablar de dinero.

9. ¿Qué es lo más loco que has hecho?

Puedes contar con calma las «locuras» (legales) cometidas en tu vida… pero en el campo profesional, la confidencialidad es mejor.

El objetivo de esta pregunta es descubrir qué tan creativo eres y si también puedes tomar caminos poco convencionales. Pero el cumplimiento de las reglas (de todas las reglas) y la capacidad de calcular el riesgo no son valores negociables. Recuérdalo.

10. ¿Qué hacías cuando no trabajabas / estudiabas?

Llenar los huecos de tu CV con pequeñas o grandes mentiras no es una buena solución, porque tarde o temprano saldrá el engaño. Es más efectivo ilustrar positivamente los agujeros profesionales.

Incluso una estancia prolongada en el extranjero se evalúa positivamente, porque aporta más experiencia de vida.

Hoy en día, los períodos dedicados a cuidado de tu familia o un familiar no autosuficiente se consideran un plus. A estas alturas, incluso los períodos de reorientación laboral ya no se miran con sospecha, al contrario, se consideran una experiencia válida.

 

Un poco de humor

 De vez en cuando, un poco de humor no hace daño: al menos puedes ganar tiempo cuando te enfrentas a una pregunta difícil.

  • Pregunta: «¿Qué debilidades tienes?»
  • Respuesta: «Mmmm … debilidades. ¿Cuánto tiempo tengo? «

Ten cuidado de no exagerar. Bromea siempre con una sonrisa amistosa y no provocativa, y continúa inmediatamente y responder a la pregunta con seriedad.

¡Pura provocación!

A las preguntas que caen en la categoría de «pura provocación» (es decir, aquellas preguntas demasiado personales que violan los códigos convencionales de respeto – y en algunos casos incluso la ley), primero responde con superioridad: «¿Hablas en serio?».

Si la persona que tienes delante responde que sí, primero pregunta cuánta información es necesaria para obtener el trabajo. Pero luego pregúntate si realmente deseas trabajar en una empresa que tenga prácticas de contratación similares.

Ahora que sabes todo sobre las preguntas difíciles de la entrevista de trabajo, solo tienes que jugar bien tus cartas.

 

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